Quizá algún día entiendas que éste cuerpo inútil es tuyo; tal vez no sirva de mucho, pero te pertenece.
Que mi voz sólo habla por ti, quizá nunca la escuches, pero gritaría si tú así lo quisieras.
Algún día entenderás que mis ojos serán ciegos, hasta el día en que te vean; mi piel insensible hasta el día en que me toques.
Que mi memoria guardará tan sólo tu recuerdo.
Que mi corazón sólo sabrá amarte a ti.
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