Que no le falten tus manos a ésta piel, urgente de ti.
Que no basten tus besos para calentar mis labios.
Regálale a cada espacio recóndito de mi cuerpo una caricia diaria.
Provoca cada uno de mis sentidos, despiértame.
Ahoga mi pasión bajo suave satín.
Que el deseo de mis manos rasgue tu espalda.
Que la sangre encuentre el punto de ebullición para que la física haga lo suyo y pueda llover mi sexo.
Y que entre gemidos y gritos, pueda yo reconocer tu voz.
Acorrálame, embísteme, violéntame.
Todo esto para que me llames tuya, para que tu nombre viva en mi piel.
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